Ponemos el bacalao en un bol con abundante agua fría para que lo cubra muy bien. Así lo tendremos 48 horas, cambiando cada 8 el agua. Lo mantendremos todo el tiempo en la nevera para evitar que pueda fermentar.
1 kg de bacalao
2 cebollas
1 tomate maduro
2 dientes de ajo
150 gr de pasas de Corinto
50 gr de piñones (se pueden suprimir)
50 gr de piñones (se pueden suprimir)
Aceite
Harina
Sal (si fuera necesaria)
MODO DE HACERLO
Durante 2 horas remojamos las pasas en agua.
Mientras tanto, en una cazuela, con un fondo de aceite, pochamos las cebollas y los ajos bien picados. Añadimos el tomate, sin piel ni pepitas y cortado en trocitos. Sofreímos.
Preparamos una sartén con aceite y freímos los trozos de bacalao, rebozados en harina. Los vamos pasando a la cazuela que tiene el sofrito. Aunque siempre digo que las opiniones sobre la colocación del bacalao en la cazuela, son múltiples y variadas, en este caso ponedlo con la piel hacia abajo. Añadimos las pasas (y piñones, si fuera el caso) y dejamos que se haga todo junto unos 10 minutos. Meneamos la cazuela para que el bacalao suelte la gelatina. Si es necesario añadimos 4 o 5 cucharadas de agua (nos vale la de remojar las pasas). Probamos por si necesitara una pizca de sal.
Un buen acompañamiento puede ser un puré de patatas.
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