vi iluminadas, obradoras, radiantes, estelares,
las ventanas,
- si, todas las ventanas -,
Gracias, Señor, la casa está encendida.
Este fragmento de "La casa encendida" de Luis Rosales quiero dedicárselo a mi hermana pequeña (mis hermanos saben porqué), cocinera todoterreno que lo mismo hace unas deliciosas croquetas que prepara un martini "mezclado, no agitado" que merecería la felicitación del mismísimo James Bond.
Y al hablar de mi hermana, he pensado que no he puesto ninguna receta de aperitivos para hacer un día especial o cuando tengamos que dar el último toque a la comida mientras los comensales ya están sentados. En estos mini platos ella es la reina.
20 dátiles sin hueso

15 nueces (por si alguna sale mal)
20 cápsulas de papel pequeñas
MODO DE HACERLO
En el caso de que no encontréis los dátiles deshuesados, le quitáis el hueso vosotros en un plis plas. ¡Ojo con el queso! Os he puesto esa clase y marca porque garantizo que salen exquisitos. No tenéis más que rellenarlos, ponerles media nuez encima y colocarlos en las cápsulas.
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