La familia de los túnidos a la que pertenecen el atún y el bonito es amplia. Para no equivocarse de especie, ni pagar más precio del que corresponde, hay que aprender a reconocerlos. No todas las especies tienen la misma calidad gastronómica.
Cuando decimos que "el atún no siempre es bonito" es porque los bonitos pertenecen a la familia sarda, especies de mediano tamaño que no tienen nada que ver con atún blanco o Bonito del Norte, que sí pertenece a la familia de los atunes. Puede medir hasta un metro de longitud y no sobrepasa los 10/12 kilos. La parte dorsal del cuerpo es de color azul fuerte, casi negra, y la ventral blanquecina. También se le reconoce por el gran tamaño de las aletas pectorales.
El bonito del norte vive durante el invierno en las aguas próximas a las Azores y de desplaza a finales de la primavera (mayo o junio) al Mar Cantábrico. Se pesca a finales de primavera y verano en aguas del Golfo de Vizcaya, cuando se inicia la campaña del bonito, llamada costera, con barcos de Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco, que acaba generalmente en septiembre. Es una pesca con anzuelo para que el pez no sufra y ofrezca una carne de mayor calidad.
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