jueves, 2 de octubre de 2014

CAÑAS DE CREMA

En Galicia es un postre muy característico de los días de fiesta y son famosas las de O Carballiño (Ourense) o las de Maceda - Corgo (Lugo) y las de muchos sitios más que sin tener tanto renombre también son exquisitas y para muestra os recomiendo las de la Confitería “Ramón” de Lugo que pueden competir con cualquiera.

Pero las que vamos a hacer hoy no se quedan atrás y si tengo que elegir las pongo en la parte más alta del podio. Entre las virtudes que me adornan no figura la modestia. 

Lo primero que necesitamos son 12 moldes para cañas que se venden en ferreterías, grandes superficies o tiendas especializadas. Pueden ser de acero o de “teflón”. Los míos son de este último material y de 10 cm de largo por 2,5 de circunferencia y salen tamaño “cañon”. Otra cosita: con esta masa podemos hacerlas fritas o al horno.



INGREDIENTES
Para la masa:
50 gr de aceite de girasol
50 gr de vino blanco
3 cucharadas de vino de Málaga
150 gr de harina
Un pellizco de sal
Aceite para freír (aconsejo girasol)
Para la crema:
2 yemas
100 gr de azúcar
40 gr de “Maizena”
½ litro de leche
Una corteza de limón o naranja o ambas
Además:
200 gr de azúcar “glass” para cubrirlas

MODO DE HACERLO
Mezclamos con energía los vinos con el aceite.y la sal e incorporamos la harina poco a poco hasta que no se pegue a los dedos. No amasar, simplemente unir bien. Reservamos cubierta con papel film pegado a la masa para que no se forme costra. Mientras tanto hacemos la crema poniendo en un bol la “Maizena” con el azúcar y añadiendo unas cucharadas de leche para formar una pasta espesa. Añadimos las yemas, unimos bien y ponemos el resto de la leche a calentar con las cortezas. Cuando se empiece a formar espuma por los bordes cogemos 2 o 3 cucharadas de esta leche caliente y se las vamos añadiendo a la mezcla de “Maizena”, azúcar y yemas, con objeto de templarla e inmediatamente la añadimos a la leche hirviendo. Revolvemos sin parar y en cuanto “levante el hervor”,  retiramos. Echamos la mezcla en un recipiente y también cubrimos con “film”. Dejamos enfriar.

Vamos a hacer las cañas: estiramos bien la masa entre 2 láminas de “film” (observaréis que en esta receta hacemos un gran gasto de este papel) y utilizamos una de las siguientes técnicas:

1ª.- Cortamos tiras largas de unos 2 cm de ancho y vamos envolviendo los moldes con ellas, de manera que cada una de las vueltas cubra un poco a la anterior.

2ª.- Cortamos tiras del ancho de los moldes y los “forramos” haciéndolos rodar hasta que la masa se una, procurando que no sobresalga por los bordes.   (Ver fotos)


Si las vamos a hacer al horno, precalentaremos este a 160º, cubriremos la bandeja con papel sulfurizado y mantendremos esta temperatura hasta que estén doradas. Dejamos templar y desmoldamos con cuidado de no romperlas.

Si las freímos, pondremos abundante aceite en la sartén y esperaremos a que esté bien caliente, pero no hirviendo. Como hemos de darles la vuelta, nos ayudaremos con unas pinzas largas introduciendo uno de sus brazos por el hueco del molde, cerramos y giramos. Una vez fritas, las sacamos y colocamos sobre dos o 3 papeles de cocina para que pierdan el aceite que pudieran haber cogido. El mismo proceso para desmoldarlas.

En los dos casos las rellenamos casi en el momento de servirlas y una vez colocadas en la fuente, espolvoreamos con azúcar “glass”.

Y como diría Josefa, nuestra antigua costurera, célebre por sus frases lapidarias: “Si están mejor, ya no se pueden comer”.





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