Los pimientos del piquillo son de color rojo intenso, un poco dulzón, forma triangular y pequeños, carnosos y delicados. Una vez recolectados (entre octubre y noviembre) se asan sobre leña y se pelan con muchísimo cuidado, sin pasarlos por agua o sustancia químicas para que no pierdan ninguna de sus propiedades. Se envasan en latas o en frascos de cristal y llegan a los consumidores en magníficas condiciones. Se pueden comer solos o como acompañamiento, tal como salen del envase o como mucho confitados. Es importante que, a la hora de comprarlos, comprobéis que llevan el sello de "Denominación de Origen Pimientos del Piquillo de Lodosa". Poseen una cantidad importante de caroteno, fibra y minerales como potasio y fósforo y solamente 19 calorías, ya que tienen un 93% de agua.
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