.ROLLOS DE PECHUGAS DE POLLO

Hace unas semanas os he dicho en las páginas de este blog que, con motivo de la llegada del verano, íbamos a hacer unos cuantos platos sencillos y que pudiéramos dejar preparados antes de irnos a la playa (si fuera el caso), de tal manera que su elaboración no suponga estar recociéndonos en la cocina hasta el último minuto.
Vamos a empezar por algo sencillo y barato:

INGREDIENTES

4 pechugas de pollo
8 lonchas de jamón cocido
8 lonchas de queso de fundir
1 lata de pimientos morrones
1 cebolleta
1/2 litro de vino blanco
Harina 
Aceite
Sal y pimienta blanca

MODO DE HACERLO
Pedimos al carnicero que nos abra las pechugas en varias veces de tal manera que cada una se transforme en un filete fino y grande. Salpimentamos. Sobre cada pechuga colocamos 2 lonchas de jamón y 2 de queso (cubriendo la carne) y unas tiras de pimiento. Envolvemos y sujetamos con 2 o 3 palillos o con un bramante fino.
Ponemos un fondo de aceite en la sartén y vamos dorando los rollos que, previamente, habremos pasado por harina. Los colocamos en una cazuela y en el aceite sobrante freímos la cebolleta hasta que esté transparente, añadimos una cucharadita de harina, la tostamos y a continuación el vino y la sal. Dejamos que dé un hervor y la incorporamos a la cazuela donde están los rollos. Dejamos que se hagan muy despacio durante 20 minutos. 
Retiramos las pechugas y las dejamos enfriar sobre una tabla. La salsa la pasamos por la batidora y reservamos para calentarla en el momento oportuno. Cuando los rollos estén bien fríos, envolvemos cada uno en papel de aluminio y los conservamos en la nevera hasta el momento de comerlos. No hace falta deciros que podéis hacer tanto rollos como os dé la gana e incluso congelarlos. Cuando los vayáis a utilizar los dejáis unas dos horas a temperatura ambiente. La salsa se sirve aparte bien caliente. 
Yo los suelo utilizar como un fiambre, sin salsa ni nada, a la comida o a la cena e incluso a la merienda dependiendo del "personal" dispuesto a degustarlos. En la foto los podéis ver con pimiento y sin él, a gusto del consumidor.




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