Queridos seguidores de este blog: a pesar (y digo a pesar) del bombardeo al que nos someten los grandes almacenes y las cadenas de televisión con motivo de San Valentín, deseo que el día 14 y los otros 364 que tiene el año, se produzca
"EL DULCE MILAGRO" ¿Qué es esto? ¡Prodigio! Mis manos florecen.
Rosas, rosas, rosas a mis dedos crecen.
Mi amante besóme las manos, y en ellas
¡oh gracia!, brotaron rosas como estrellas.
Juana de Ibarbourou
Y una vez pasado este arrebato amatorio vamos a lo nuestro:
En invierno tenemos un problema para hacer mermeladas: la escasez de frutas o mejor dicho el precio que tienen las frutas que no son propias de esta época. Esta es la razón por la que he decidido aprovechar lo que tenemos en el mercado.
Tal como ya he dicho en otras ocasiones utilizo la proporción 100/100 en peso. Algunas veces reduzco el azúcar al 70/100. He leído recetas de cocineros importantes que dicen que las hacen con 50/100, es decir la mitad del peso de azúcar que de fruta. No estoy en absoluto de acuerdo porque ellos mismos reconocen, que tienen que cocerlas mucho más tiempo para reducir el líquido con lo cual, lo único que consiguen es que la fruta pierda sus propiedades, transformándose en una masa "amarronada" irreconocible tanto por su aspecto como por su sabor. Las que ya habéis hecho las mermeladas de este blog sabéis que salen de exposición. Hacedme caso.
En el kiwi destaca el contenido en vitaminas C (más del doble de la que posee la naranja), B (incluida la B9 o ácido fólico), así como potasio, magnesio y fibra.
Tanto las vitaminas como los minerales son solubles en agua, pero como nosotros en las mermeladas no utilizamos más líquido que su propio jugo y además acidificamos con el limón tenemos muy poca pérdida de estos nutrientes.
La mermelada de kiwi tiene un proceso un poco diferente a otras con objeto de que tenga un buen color y se potencie su sabor.
600 gr de kiwis
500 gr de azúcar
1/2 limón
MODO DE HACERLO
Una vez pelados (quedarán en 500 gr) los partimos en trozos no muy grandes, los ponemos en la cazuela en la que vayamos a hacer la mermelada, los cubrimos con el azúcar, rociamos con el limón y revolvemos. Dejamos que maceren hasta el día siguiente. Por la mañana veremos que están nadando en líquido, los retiramos con mucho cuidado a un bol con la ayuda de una espumadera y ponemos a hervir solamente el líquido durante 5 minutos. Añadimos la fruta y dejamos que cueza unos 30 minutos más revolviendo para que no se pegue. Pasado este tiempo (35 minutos en total) le damos un "toque" con la batidora de mano y dejamos que cueza otros 10 minutos. El proceso de envasado igual que con la mermelada anterior.
¿Qué os parecido? Creo que junto con las de naranja, manzana y limón, calabaza y naranja, ya tenemos un buen surtido hasta que llegue la primavera.
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