brillante, lustrada
como una manzana
cuando cae el sol.
Y la abuela canta
pela que te pela
la verde manzana,
la roja ciruela.
Y entre cascaritas
largas y finas
de tantas manzanas
que he lustrado yo...
pienso que la tarde
brilla que te brilla
de tantas manzanas
que el sol se comió.
Susana Azquinecer
el que inicio esta página.Este pasado fin de semana he tenido la gloriosa oportunidad de poder coger manzanas directamente de los árboles y, aprovechando la coyuntura, he hecho buen acopio de ellas para poder elaborar compotas, tartas y mermeladas incomparables. Bien es verdad que en las grandes ciudades es complicado conseguir fruta "de la naturaleza al Me siento identificada con la abuela que "canta pela que te pela" del poema "Manzanas" con consumidor", sin embargo en sitios más pequeños siempre hay mercados en donde los agricultores ofrecen sus productos directamente al comprador. Tomar una fruta, o verdura, sin que pase por frigoríficos es placer de dioses.
Quiero que vosotros seáis los primeros en conocer una mermelada que preparé ayer mismo. No es la primera vez que la hago, pero tenía la receta un poco arrinconada y lo cierto es que merece estar en primera línea de salida.
INGREDIENTES
500 gr de manzanas peladas y descorazonadas
1 limón
1 vaso de agua
400 gr de azúcar
1 palo de canela (optativo)
MODO DE HACERLO
Cortamos el limón con piel (desechando los dos extremos) en lonchas finas como si fuera salchichón (no se me ocurre otro símil) y lo ponemos a hervir en un cazo con un vaso de agua. Cuando veamos que está blando, lo colamos y reservamos. También reservamos el líquido pues es ahí en donde vamos a cocer las manzanas. En la olla donde vayamos a hacer la mermelada ponemos las manzanas cortadas en trozos, el limón cocido, el azúcar, el agua y, si os gusta, el palo de canela. Revolvemos y dejamos macerar dos horas. Lo ponemos a fuego lento durante unos 30 minutos. Si os gusta deshecha, le damos un toque con la batidora de brazo. Comprobamos que la mermelada está en su punto (una cucharadita en un plato y que no se desparrame) y la metemos bien caliente en los tarros. Cerramos herméticamente y, una vez que se enfríe, al congelador, si la queremos conservar, o a la tostada si la queremos comer inmediatamente.
Nota: Habréis observado que esta receta contiene menos azúcar que otras veces y eso se debe, fundamentalmente, a que la manzana es, probablemente, la fruta que contiene más pectina (espesante natural) y además hemos añadido un limón entero con lo que se potencia más la reacción con el azúcar.
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