Lo primero que hice a mi regreso fue organizar una deliciosa sopa de verduras "pobre", depurativa y quemadora de grasas, con el fin de "baldear" mi cuerpo....por dentro, porque por fuera lo tengo prelavado, lavado, escurrido y puesto a secar (varias veces) después de la cantidad de agua que me cayó encima en esta Galicia de mis pecados. ¡¡No paró de llover, ni de día ni de noche!!
Esta sopita, además de ser riquísima, tiene la ventaja de que nos depura y prepara para lo que se nos viene encima dentro de un mes: ¡CARNAVAL!. Casi no hemos dejado los turrones cuando ya nos acechan las filloas y las orejas, así que hacedme caso y poneros manos a la cazuela.
INGREDIENTES
1/2 kg de verduras troceadas. Suelen venderlas en las fruterías, de no ser así las haremos con:
100 gr de zanahorias
100 gr de puerros
100 gr de judías verdes
Una patata
Un manojo de espinacas
Además utilizaremos:
100 gr de tocino entreverado o "beicon"
3 cucharadas de aceite
Sal o una pastilla de "Avecrem"
2 litros y medio de agua
Un huevo cocido (optativo)
MODO DE HACERLO
Ponemos a cocer en la cazuela el trozo de tocino en el agua durante unos 20 minutos. A continuación añadimos las verduras cortadas en juliana y las patatas en cuadraditos muy pequeños. Añadimos el aceite crudo y la sal o el "Avecrem". Ponemos el fuego muy suave y así dejamos que se vaya haciendo la sopa. Es fundamental que cueza despacio, de lo contrario tendría poco sabor. Cuando observéis que el líquido está "turbio" y las verduras blandas ya podéis tomarla. Si le añadís el huevo cocido picadito, realzaréis el sabor. Admite unas rebanadas de pan en el último minuto, pero solamente con las verduras y el huevo resulta deliciosa. El tocino desechadlo, de lo contrario, no garantizo sus efectos.
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