Quisiera hacer un verso que tuviera
ritmo de Primavera;
que fuera como una fina mariposa rara,
como una mariposa que volara
sobre tu vida, y cándida y ligera
revolara sobre tu cuerpo cálido
de cálida palmera
y al fin su vuelo absurdo reposara
–tal como en una roca azul de la pradera–
sobre la linda rosa de tu cara…
Quisiera hacer un verso que tuviera
toda la fragancia de la Primavera
y que cual una mariposa rara revolara
sobre tu vida, sobre tu cuerpo, sobre tu cara.
"Mariposa"
Ya tenemos aquí a la primavera. Por esta razón hoy quiero dejaros este poema del cubano Nicolás Guillén con el deseo de que la fragancia de la primavera inunde vuestra vida.
Los que me conocéis ya sabéis que a mi me ponen los retos en la cocina. Cuando pruebo algo que no sé hacer, le doy vueltas y vueltas hasta que logro descifrar su composición, no siempre con fortuna, ya que las primeras, segundas e incluso terceras veces, me salen unos "churros" intragables, pero mi espíritu no decae y lo intento de nuevo, machaconamente, hasta conseguir una réplica casi exacta o a veces mejorada. De los fracasos estrepitosos no voy a hablar, porque mi ego sufre y no estoy por la labor.
Esta especie de fijación por hacer todo lo que sale de los fogones ajenos, me llevó a meterme en el fregado de hoy y he de reconocer que con un buen resultado. No obstante lo dejo a vuestro criterio.
INGREDIENTES
Para la masa:
500 g de harina de repostería
50 g de azúcar "glass"
50 g de mantequilla
1 cucharadita de sal
35 g de lavadura prensada (de panadero)
140 g de leche
90 g de agua templada
1 huevo
1/2 litro de aceite de girasol para freirlos
Para el glaseado de azúcar
120 g de azúcar "glass"
40 g de agua templada
Para el glaseado de chocolate:
50 g de mantequilla
125 g de chocolate "Postres" de Nestlè
MODO DE HACERLO
En un bol echamos la leche, el agua templada con la levadura desleída, el huevo batido, el azúcar, la sal y la mantequilla derretida. Añadimos poco a poco la harina y mezclamos hasta conseguir una masa manejable. Hacemos una bola, le damos unos cortes en forma de cruz en la superficie y la dejamos reposar tapada con un paño. Esperamos a que doble su tamaño.
A continuación espolvoreamos de harina la encimera, la volcamos y amasamos para que quede elástica: estiramos y traemos hacia nosotros, así varias veces. Extendemos con el rodillo hasta dejarla de 1 cm de grosos y cortamos con un vaso círculos de unos 8 cm de diámetro. Hacemos en el centro un círculo más pequeño (por ejemplo, con una copita de licor o de "chupito") y ponemos estas rosquillas encima de papel de horno cortado en trozos. Esto lo hago para facilitar el momento de echarlas en la sartén dejándolas caer mientras sujeto el papel. Dejamos reposar una hora más.
Preparamos la sartén con abundante aceite (de girasol) y las vamos friendo despacio para que no se doren demasiado. Sacamos a una fuente con papel de cocina para que suelten la grasa y dejamos enfriar. Mientras tanto preparamos las glasas, ya que unos los bañaremos en glasa de azúcar y otros con chocolate.
Glasa de azúcar:
Mezclar y batir vigorosamente los ingredientes y sumergir los "donuts". Dejarlos secar.
Glasa de chocolate:
Derretir los ingredientes al "baño María" y dejarla caer por encima de las roscas de manera "informal".
Ya tenemos aquí a la primavera. Por esta razón hoy quiero dejaros este poema del cubano Nicolás Guillén con el deseo de que la fragancia de la primavera inunde vuestra vida.
Los que me conocéis ya sabéis que a mi me ponen los retos en la cocina. Cuando pruebo algo que no sé hacer, le doy vueltas y vueltas hasta que logro descifrar su composición, no siempre con fortuna, ya que las primeras, segundas e incluso terceras veces, me salen unos "churros" intragables, pero mi espíritu no decae y lo intento de nuevo, machaconamente, hasta conseguir una réplica casi exacta o a veces mejorada. De los fracasos estrepitosos no voy a hablar, porque mi ego sufre y no estoy por la labor.
Esta especie de fijación por hacer todo lo que sale de los fogones ajenos, me llevó a meterme en el fregado de hoy y he de reconocer que con un buen resultado. No obstante lo dejo a vuestro criterio.
INGREDIENTES
Para la masa:
500 g de harina de repostería
50 g de azúcar "glass"
50 g de mantequilla
1 cucharadita de sal
35 g de lavadura prensada (de panadero)
140 g de leche
90 g de agua templada
1 huevo
1/2 litro de aceite de girasol para freirlos
Para el glaseado de azúcar
120 g de azúcar "glass"
40 g de agua templada
Para el glaseado de chocolate:
50 g de mantequilla
125 g de chocolate "Postres" de Nestlè
MODO DE HACERLO
En un bol echamos la leche, el agua templada con la levadura desleída, el huevo batido, el azúcar, la sal y la mantequilla derretida. Añadimos poco a poco la harina y mezclamos hasta conseguir una masa manejable. Hacemos una bola, le damos unos cortes en forma de cruz en la superficie y la dejamos reposar tapada con un paño. Esperamos a que doble su tamaño.
A continuación espolvoreamos de harina la encimera, la volcamos y amasamos para que quede elástica: estiramos y traemos hacia nosotros, así varias veces. Extendemos con el rodillo hasta dejarla de 1 cm de grosos y cortamos con un vaso círculos de unos 8 cm de diámetro. Hacemos en el centro un círculo más pequeño (por ejemplo, con una copita de licor o de "chupito") y ponemos estas rosquillas encima de papel de horno cortado en trozos. Esto lo hago para facilitar el momento de echarlas en la sartén dejándolas caer mientras sujeto el papel. Dejamos reposar una hora más.
Preparamos la sartén con abundante aceite (de girasol) y las vamos friendo despacio para que no se doren demasiado. Sacamos a una fuente con papel de cocina para que suelten la grasa y dejamos enfriar. Mientras tanto preparamos las glasas, ya que unos los bañaremos en glasa de azúcar y otros con chocolate.
Glasa de azúcar:
Mezclar y batir vigorosamente los ingredientes y sumergir los "donuts". Dejarlos secar.
Glasa de chocolate:
Derretir los ingredientes al "baño María" y dejarla caer por encima de las roscas de manera "informal".
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