CREMA FRÍA DE REMOLACHA

La remolacha roja, que es la que se destina a la alimentación humana, es una raíz (como las zanahorias, rábanos o nabos) de color intenso (pone perdidas las manos) y de sabor dulce por la cantidad de azúcar que contiene. Contiene gran cantidad de hidratos de carbono (lo que hace que sea un alimento muy energético) así como potasio, sodio, fósforo, Vitamina C y ácido fólico. No es recomendable para las personas con artritis o propensas a tener piedras en los riñones ya que también contiene oxalatos. 

Las cremas frías son de lo más agradables para el verano, pudiendo tomarlas como plato o como aperitivo servidas a modo de "chupitos".

INGREDIENTES
1 kg de remolachas 
1 cebolleta
1 manzana
1/4 litro de leche o 2 yogures naturales
Aceite
Sal
Pimienta

MODO DE HACERLO
Suelo comprar las remolachas cocidas (las venden en bolsas), pero si las cocéis vosotros, debéis de cortar las hojas dejando unos centímetros del tallo. Lavadlas bien y ponedlas en la olla a presión, solamente con agua y sal totalmente cubiertas, durante unos 15 minutos. En olla convencional os llevará el doble de tiempo. 
Mientras tanto ponemos un fondo de aceite y "pochamos" la cebolleta en "plumas" y la manzana pelada y cortada como patatas para tortilla. Cuando estén blanditas (cebolla y manzana) las trituramos, junto con las remolachas peladas y partidas en trozos y el aceite de pocharlas, añadiéndoles la leche hasta que alcance la textura deseada. En el caso de que utilicéis yogures, le añadís los dos. Salpimentamos y a la nevera. Hemos de servirla muy fría.




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