viernes, 28 de abril de 2017

ESPÁRRAGOS BLANCOS COCIDOS



“Los de abril para mí, los de mayo para el amo y los de junio para ninguno”

Estamos en plena temporada del espárrago blanco fresco, que comienza en abril y finaliza en junio, tal como indica el refrán con el que he empezado la receta de hoy. y nada mejor entonces que prepararlos simplemente cocidos, ya que es como mejor se aprecia esta maravilla. 
Si queréis disfrutarlos en todo su esplendor, debéis aseguraros que son de Navarra, con su Indicación Geográfica Protegida, para que no os den gato por liebre. Cierto es que también se cultivan en La Rioja, Granada y Aranjuez, pero hacedme caso y probad los que os indico.
Los espárragos tienen una gran cantidad de contenido en agua y apenas calorías, son un diurético natural y poseen mucha fibra. 
Lo mejor es tomarlos lo más frescos posible, pero si tenéis que dejarlos unos días en la nevera, envolverlos en un paño un poquito húmedo.

Os doy las claves para cocerlos, veréis que es muy fácil. No necesitamos más que un pelador y una olla a presión o una cazuela alta.


INGREDIENTES
16 espárragos
8 patatas nuevas
Una cucharilla de azúcar
Sal

MODO DE HACERLO
A pesar de que los espárragos blancos crecen dentro de la tierra, en las fruterías los presentan limpísimos, pero hemos de pasarlos por agua, suavemente, antes de pelarlos.
Cortamos unos 4 cm por la parte inferior y pelamos el resto, con delicadeza para que no se rompan, empezando a unos 6/8 cm de la punta y hacia abajo. Le damos dos pasadas con el pelador. Una vez que los tengamos preparados, pelamos las patatas y ponemos unos 15 cm de agua en la olla a presión. Cuando empiece a hervir añadimos la sal y el azúcar. Ponemos todo en la olla y dejamos que se hagan 8/10 minutos desde el momento en que empieza a salir el vapor. Sobre una fuente o en la encimera ponemos varias hojas de papel de cocina y colocamos sobre ellas los espárragos que vamos sacando para que escurran. Las patatas en otro recipiente. Cuando pierdan un poco de calor, los vamos pasando a la fuente de servirlos. Conviene tomarlos templados. 
Me he limitado a ponerles un poco de aceite de oliva por encima, pero pueden acompañarse de una vinagreta o una mayonesa. 

NOTA: Si por el tamaño os caben de pie en la cazuela, debéis atarlos con una cinta todos juntos para que se sostengan. A mí no me cupieron y tuve que ponerlos "tumbaítos", pero salieron igual de exquisitos.




Imprimir la receta

No hay comentarios :

Déjame tu opinión

Me gustaría que me dejaras tu opinión