¡Oh, mi amigo el invierno!
mil y mil veces bienvenido seas,
mi sombrío y adusto compañero.
¿No eres acaso el precursor dichoso
del tibio mayo y del abril risueño?
Ante las tremendas borrascas que estamos padeciendo y después de unas navidades en las que ¡ni un solo día! dejó de llover, más vale que, como Rosalía de Castro, en su poema "En las orillas del Sar", pensemos que esto es el preludio de una gloriosa primavera.
Vamos a preparar una receta que dedico a mis hermanas, pues recientemente la hemos evocado, con sabor a recuerdos infantiles, a cenas familiares, a intentar "robar"
una mientras las freían... ¡pongámonos a ello!:
INGREDIENTES
1 kg de patatas
2 o 3 huevos
200 gr de carne picada
1 cebolla pequeña
Una rama de perejil
2 cucharadas de tomate frito casero
Harina
Pan rallado
Sal y pimienta
Aceite
MODO DE HACERLO
Cocemos las patatas con piel en agua con sal, unos 20 minutos. Las sacamos y las pelamos en caliente (aconsejo unos guantes de latex). Las pasamos por el pasapuré o en su defecto las aplastamos con un tenedor hasta formar una pasta sin grumos. Añadimos un huevo batido y perejil muy picadito y ponemos la mezcla en la nevera para que endurezca un poco.
En una sartén con un fondo de aceite, pochamos la cebolla muy picada, añadimos la carne salpimentada y el tomate y dejamos que se haga unos minutos. Escurrimos y reservamos.
Con las patatas trituradas formamos bolas, un poco más pequeñas que pelotas de "pin pon", con un dedo hacemos un agujero en el centro, lo rellenamos con un poquito de carne y volvemos a rehacer la bola. La pasamos por harina, luego por huevo y por último por el pan rallado. Las freímos en aceite bastante caliente hasta que tomen un precioso color dorado.
El acompañamiento de una ensalada será suficiente.
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